Encuentra inspiración para diseñar en la era del exceso de información

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Para la mayoría de los y las profesionales de la creación, comenzar un nuevo proyecto es un desafío emocionante a la par que intimidante. Conseguir que la creatividad fluya puede llevar tiempo, y transformar los objetivos de la clientela en inspiración no siempre sucede de inmediato. Independientemente de tu disciplina creativa, puedes comenzar con un collage de ideas o buscar material que encienda esa chispa. Pero ¿y si ya tuvieras a tu alcance un catálogo de ideas para tus diseños?  ¿Y si ya tuvieras a tu alcance un catálogo de inspiración de diseño?

La inspiración suele ser una experiencia muy personal. Muchas personas tienen sus propios rituales: pasear, tomar un café, explorar Behance, leer un libro sobre diseño, etc. Para evitar perder el tiempo en Internet en busca de inspiración o esperar a que esta llegue, puede ser útil crear una biblioteca y establecer algunos parámetros.

Todo el mundo está expuesto a grandes cantidades de contenido visual todos los días: entre imágenes y vídeos en redes sociales, anuncios y vallas publicitarias, envases de productos, programas de televisión, cartelería y mucho más, a menudo nos encontramos con una sobrecarga visual. Un buen primer paso para encontrar la inspiración es comenzar por buscar cosas que te llamen la atención y reflexionar sobre por qué son relevantes. La propia diseñadora de marca de Monotype, Marie Boulanger (conócela aquí), describe cómo ver el mundo siempre como si fuera la primera vez.

Los diseñadores y las diseñadoras siempre estamos reflexionando sobre lo que vemos.

Marie Boulanger, diseñadora de marca

«Los diseñadores y las diseñadoras siempre estamos reflexionando sobre lo que vemos», afirma. «Si estoy buscando algo en particular, tiene que hacerme pensar, hacer que me pare en seco o provocarme alguna reacción. Puede ser el estilo de una persona, uno verdaderamente personal y único.  Puede ser el medio que utiliza o la manera en la que crea con un determinado material, o la forma en que se presenta. Por eso evito navegar sin rumbo por Internet, porque si no, todo se confunde. Nada destaca. Procura que tu inspiración sea orgánica prestando atención a tu reacción frente a lo que ves; eso es crucial».

Crea una red de inspiración.

No puedes controlar cuándo te llegará la inspiración (de ahí la existencia de productos como la pizarra para la ducha), pero ¿y si pusieras el mismo esfuerzo en crear un trampolín para la inspiración que en elaborar la obra en sí? Si estás buscando nuevas fuentes de inspiración, Marie desvela algunas de sus preferidas aquí.

Organiza tu colección en función de tus conexiones personales.

Una vez que has recopilado una gran cantidad de ideas de diferentes sitios, ¿cómo mantienes un seguimiento de todas ellas? Está claro que no hay una manera correcta o incorrecta de organizar tu biblioteca, pero los vínculos personales que estableces con los elementos de tu colección pueden ayudarte a categorizarla para que puedas recurrir a ella cuando lo necesites. Piensa en lo que te emocionó cuando descubriste la obra en primer lugar y úsalo como punto de partida para la organización. Si quieres ir un paso más allá, puede ser útil organizar tu biblioteca (ya sea digital o física) por temas («caligrafía con pincel», «señalización vial» o «envases vintage») y tipos de proyectos (imagen de marca, logo, experiencia de usuario/interfaz de usuario) para facilitar la creación de collages de ideas. A continuación, encontrarás algunos ejemplos de cómo clasificar el contenido:

  • Estaciones
  • Tipo de proyecto (imagen de marca, logo, diseño de estructura, anuncio, etc.)
  • Sector
  • Texturas
  • Estado de ánimo

«Incluso puedes usar etiquetas para aplicar varios filtros. Si quisieras usar la ubicación y el estilo, por ejemplo, o el soporte en el que encontraste el elemento, ya sea un envase o una señal de tráfico, también puedes organizarte de esa manera», señala Boulanger. «Es importante contar con varias formas de clasificar las cosas».

Ingeniería inversa de la inspiración.

Al empezar un trabajo, la presión por tener una gran idea puede ser algo abrumadora. Pero si tienes un arsenal bien organizado de elementos que te inspiren, puedes tener mucha más determinación para alcanzar ese objetivo. Entrena tu mente para filtrar las cosas que ves y con las que interactúas diariamente, basándote en lo que te resulte inspirador, y se convertirá en un proceso natural y automático.

«Cuando veo cosas que me inspiran, estoy acostumbrada a tener el móvil a mano y sacar fotos, por lo que me resulta muy fácil registrarlas», señala Boulanger. «Ya ni siquiera pienso en el proceso. No es que piense: “Venga, voy a buscar inspiración durante media hora”. He dedicado años a crear una biblioteca física, digital y mental de cosas que me inspiran, para poder sumergirme en ellas cuando lo necesite».

No basta con tener una gran biblioteca, a veces imponerte limitaciones puede ser útil. Una tarde, mientras paseaba por Londres, Marie decidió recopilar tantas pegatinas de frutas como le fuera posible. Lo que comenzó como un divertido desafío, dio origen a la idea para el tema de su proyecto «36 Days of Type».

«Para el proyecto 36 Days of Type de este año, diseñé un conjunto personalizado de 36 pegatinas de frutas con la A de “Apple”, la B de “Banana”, etc.», explica Boulanger. «Todo comenzó porque salí a dar un paseo y estaba un poco desanimada, así que pensé: “Voy a intentar recopilar la mayor cantidad de pegatinas de frutas posible”. Y conseguí 26. Me pareció divertido porque coincidían con las 26 letras. Recordé que pronto tendría lugar el evento de “36 Days of Type”. Y, de repente, sucedió. Me obsesioné mucho con las pegatinas de frutas y comencé a buscar en Google, donde encontré un artículo sobre profesionales del diseño tipográfico que las coleccionan. Después, encontré escaneos y archivos de colecciones personales. Y eso nunca hubiera ocurrido si no hubiera salido y observado cosas reales. Para mí, nunca es una cuestión de blanco o negro, sino más bien una compleja red de elementos que se complementan».

Alcanza la revelación creativa.

Siempre habrá un libro que no hayas abierto en cinco años, o una carpeta olvidada que podría convertirse en la base de tu trabajo actual. No temas volver a explorar cosas que ya hayas usado. La inspiración puede llegar en cualquier momento. No es algo lineal y no siempre funcionará a la perfección en la fase de diseño. Si consigues crear una biblioteca de fácil acceso que domines por completo, tendrás más probabilidades de llegar a exclamar el anhelado «¡eureka!», y establecer una conexión entre algo que hayas visto, oído o leído y el problema creativo que tienes entre manos.